noviembre 18, 2011

Summer hurry up !


Una semanita chicos, una sola!
No puedo creer que ya quede solamente una semana y tengo verano, vacaciones, libertad, es increíble. Quedan los últimos parciales, poco a poco nos vamos despidiendo de los profesores chotos, los adscriptos y todo lo que conlleva el liceo y sus alrededores. Ya estoy haciendo planes para las vacaciones, ver a fulanito, salir a tal lado con fulanita, y playa playa playa. Este verano TIENE que explotar.
Sean bienvenidos los fogones en la playa, las siestas, las risas, las noches, las olas, la arena, la comida, y el inevitable amor de verano.

noviembre 11, 2011

The Notebook.


Decidí volver a leer el Diario de Noah, a ver si me hace creer nuevamente.
¿Quién soy? ¿Y cómo terminará esta historia?
Acaba de amanecer, y estoy sentado junto a una ventana empañada por el aliento de toda una vida. Esta mañana soy un auténtico espectáculo: dos camisas, unos pantalones de paño de abrigo, una bufanda enrollada dos veces alrededor del cuello y metida dentro de un suéter grueso que me tejió mi hija para mi cumplea­ños, hace ya tres décadas. El termostato de la calefac­ción está al máximo y he puesto una pequeña estufa a mi espalda. Silba, ruge y escupe aire caliente como el dragón de un cuento, y sin embargo mi cuerpo tiembla con un frío que no desaparecerá nunca, un frío que ha tardado ochenta años en gestarse. Ochenta años, pien­so a veces, y aunque llevo mi edad con resignación, no puedo creer que no haya conducido un coche desde los tiempos en que George Bush era presidente. Me pre­gunto si a toda la gente de mi edad le pasará lo mismo.
¿Mi vida? No es fácil de describir. No ha sido la experiencia vertiginosa y espectacular que hubiera deseado, pero tampoco he vivido oculto bajo tierra, como las ardillas. Supongo que podría compararse con la Bolsa; relativamente estable, con más momentos bue­nos que malos y una tendencia general al alza. Un buen negocio, un negocio afortunado, y sé por experiencia que no hay mucha gente que pueda decir lo mismo. Pero no me interpreten mal. No soy especial; de eso estoy seguro. Soy un hombre corriente, con pensa­mientos corrientes, que ha llevado una vida corriente. No me dedicarán ningún monumento y mi nombre pronto pasará al olvido, pero he amado a otra persona con toda el alma, y eso, para mí, es más que suficiente.
Para los románticos, esta será una historia de amor; para los escépticos, una tragedia. Para mí es una mezcla de ambas cosas, e independientemente de la impresión que les cause al final, nadie podrá negar que ha determi­nado gran parte de mi vida y señalado mi camino. No tengo quejas de ese camino ni de los sitios adonde me ha llevado; puede que tenga quejas suficientes para llenar una carpa de circo en otros planos, pero el camino que he elegido ha sido el mejor y jamás lo cambiaría por otro.

noviembre 02, 2011

No more baby.


Hay veces en las cuales debemos tomar el control de la situación y no dejar que nos pasen por arriba. Decir NO, en vez de tanto SI. Sentar cabeza y no dejarse llevar por la tentación de sus palabras, su voz, su cuerpo. ¿Quién se cree que es? ¿Quién le dijo que tenía el derecho de volver cuando quisiera?
No es nada nuevo, no es que un día te levantaste y te diste cuenta del imbécil que era. No, tú ya lo sabías pero no lo querías aceptar, porque claro, ¿quién haría eso durante tanto tiempo y con tanta naturalidad? Bueno, él lo hizo durante años. Te sientes una ingenua total, todo este tiempo creyéndote sus mentiras, cayendo en sus trampas como una torpe niña sin darte cuenta de que para él, era sólo un juego. CADA vez que se quedaba sólo, volvía a tus brazos. Pero no más. Un día, nuevamente sólo, volvió al tan conocido terreno esperando que te creyeras todas sus blasfemias otra vez, esperando que caigas en su jueguito, pero no fue así. Vaya uno a saber de dónde tomaste tanto coraje para mandar a pasear al "amor de tu vida", pero lo hiciste y se sintió de maravilla. Te sentiste orgullosa de ti misma, porque ya no te dejaste usar por ese idiota, no te creiste sus mentiras ni caiste en sus trampas, saliste parada como una triunfadora. No te dirigió más palabra, pero ¿qué con eso? ¿a quién le importa? Le cerraste la boca y ya sabe que contigo, no se puede jugar así.