junio 25, 2012

Cada palabra cuenta como motivo.

Arde. Quema. La miras y allí están, tan brillantes como siempre. Se destacan notoriamente, resaltan del paisaje. Las admiras de cierta forma, por tener tanta elegancia y una presencia tan fuerte que te aplasta como a un bicho asqueroso. Son tan bellas, hasta mantienen cierta distancia entre ellas, siempre tan ordenadas e intocables. Si las tocas, arden y chillan del dolor como princesas caprichosas. Hay que tener cuidado, tratarlas con suma delicadeza y cariño, después de todo siempre  van contigo, quieras o no, allí están.

junio 24, 2012


Cada vez un poco más fuerte, cada vez con más confianza. Siempre la misma pregunta: ¿Qué tan lejos puedo llegar hoy? 

Y una no lo sabe hasta que las manos comienzan a temblarle y las cosas se le escapan entre los dedos. Poco a poco los temblores van subiendo por el cuerpo hasta que nos convertimos en un terremoto viviente. Te observas y no lo puedes creer, intentas escribir pero el constante temblequeo te lo impide, las letras parecen garabatos en la hoja y las ideas vienen cada vez más rápidas y confusas. Sueltas la birome y la dejas caer al suelo, te agarras las rodillas y comienzas a balancearte de delante hacia atrás mientras respiras profundo para tranquilizarte. 

Luego de unos minutos, te acuestas y finalmente caes profundamente dormida.

junio 23, 2012

I'm fucked up.


Algo debe andar mal conmigo, estoy segura. No puede ser que cada vez este más débil, más sensible y me quiebre con más facilidad, no puede ser. No está bien.

Comienzo a mejorar, a ver el lado bueno de las cosas, todo gracias a él, porque aunque no se de cuenta, me está ayudando a salir adelante.
Ahora resulta que todos mis planes cambian por la culpa de una persona que no se organiza bien. Por la culpa de una fucking persona cambia todo y no puedo verle, no puedo estar bien. Nadie entiende que lo necesito, nadie entiende que si no es ahora, hasta dentro de un mes o incluso más, no va a poder ser. Eso no puede ser así, no puede.

Necesito la fuerza, la energía para seguir aguantando. Necesito la alegría, su sonrisa para seguir caminando. Si no tengo ninguna de esas cosas, es imposible que este bien y rinda como esperan que haga. Si yo no consigo estar bien por un período de almenos tres días, significa que estoy completamente arruinada y ya no va a ser posible que salga sola de esta.

junio 14, 2012


No entiendo, les juro que no entiendo. Cada vez que parece que todo va a mejorar, que ya no voy a tener que estar tan mal, viene algo el doble de pesado y aplasta todo rastro de esperanza. Un día sin llorar, dos, tres días, nada más. Al cuarto, cuando ya empezas a creer que estás mejor, que no hay razones para seguir con tanta locura, viene alguien y te da dos razones más para no estar bien, para seguir decayendo.

Supongo que no me queda mucho por hacer. Debería estar buscando un poco de ayuda, pero no hay forma de buscarla sin contar la historia completa. Y eso es algo que definitivamente no voy a hacer, no voy a contarle porque estoy así a una de las razones, ni en sueños.

Poco a poco veo como todo se va derrumbando a mi al rededor pese a mis esfuerzos por mantenerlo de pie. No hay forma de que siga así, no hay forma de que pueda salir adelante yo sola. Intenté ser fuerte, lo logré por unos años, ya no doy más. Llamenme débil, me da igual. Intenté tranquilizarme, razonar y estar bien, pero ¿cómo se supone que este bien si a cada lugar que voy tengo a alguien que me de palo? ¿cómo se supone que controle la situación? ¿cómo se supone que siga ahora?

junio 06, 2012


No puedo separar las cosas, no puedo no meter siempre los sentimientos en el medio. Traté de ser fuerte, traté de luchar y aguantarme todo el dolo pero no pude. Las cosas no venían nada bien, cada día se sentía peor que el anterior. Era como si cada problema fuera inflando poco a poco un globo y esa tarde, el globo no aguantó más y explotó dejando escapar todo lo retenido hasta el momento. Ya no había forma de detenerlo.

Desde allí, no hay un día en el cual no sienta que me voy a desvanecer de un momento para el otro. No hay un día en el cual el cansancio y el stress no terminen conmigo. No hay un día en el cual no me den ganas de vomitar cada vez que la comida entra a mi boca. No hay un día en cual no sienta que soy patética y doy lástima. No hay un día en el cual no quiera desaparecer por completo. 

Tal vez sea cosa de la adolescencia y luego se me pase, pero hace tres años estoy así y no puedo más. Ya no lo puedo soportar sin sentir la necesidad de hacer ESO cada día a cada minuto. Siento que es lo único que me queda, la única forma de parar todo y tener el control al menos por un rato. La única salida.

junio 04, 2012


"No aprenderé el alemán, ni esquiaré, ni estudiaré nada. No iré por ese camino que me marcan, no seguiré ese paso; iré en otro sentido, hacia arriba o hacia abajo, me escaparé por donde pueda y no se darán cuenta. Me verán todos los días con los pies quietos en el mismo sitio, pero no estaré aquí: iré hacia atrás; es lo único que puedo hacer. Esto, ¿cómo van ellos a comprenderlo? No haré nada que sobresalga, no me verán mover una mano; volveré hacia dentro todas mis fuerzas, echaré a correr hacia atrás hasta quedarme sin aliento, hasta llegar al final, hasta perderme. Luego volveré hasta aquí y retrocederé otra vez.
No, aquí mismo no llegaré nunca. Me parece más fácil llegar hacia allá, desde el principio. Todo lo demás, lo que está a la derecha y a la izquierda, puedo tomarlo o dejarlo, y no tomaré más de lo que verdaderamente quiera. No lo que quiera por capricho; lo que quiera con mi corazón, lo que quiera con ese querer que viene desde el principio; desde Dios, debe ser, porque Dios es el principio y fin de todas las cosas. Aún no sé lo suficiente para pensar esto por cuenta propia y, sin embargo, hace ya mucho tiempo, cuando no sabía absolutamente nada, ya lo pensaba. Siempre lo sentí así."

Rosa Chacel
"Memorias de Leticia Valle"

junio 01, 2012



Me he pasado horas mirando el celular expectante, esperando que me mandes un mensaje. Espero impaciente hasta que recuerdo que ya no hablamos, que ya no nada. Otras veces, luego de que ocurre algo emocionante o de lo más borde, me pongo a escribrte con total naturalidad, hasta que nuevamente recuerdo que ya no hablamos, que ya no nada. Allí me quiebro en llantos y enpiezo con una especie de ataque-caprichoso-depresivo preguntando por qué a mi, que hice yo para terminar así y todas las estupideces que se le ocurren a una en esos momentos. Es como que un ataque de negación invadiera todo mi ser y lo intoxicara con culpa, dolorosa culpa. Aquí, surguen muchas más estupideces pero con un tono un tanto más desesperante, la lucha entre aceptar la verdad y no hacerlo. Me cierro completamente a otras opciones y digo que ya está, que sin ti yo no sigo, pero sería tonto decirlo encerio, por lo menos para el resto y para la gente cuerda.

Todos me dicen que no llore, que no decaiga, que levante la cabeza y siga, pero ¿cómo se sigue sin tener ni pizca de voluntad? NO QUIERO SEGUIR ADELANTE SIN TI, no lo quiero. Si he de quedarme sola por 1, 2 o tres meses esperando, bien, lo haré. Si tengo que buscar la forma de bancármela y esperar por algo que quizá nunca llegue, también lo haré. Creo que a esta altura no me importa mucho si estás conmigo o no, bueno, claro que me importa pero prefiero tenerte como amigo a no tenerte en absoluto. Te necesito aquí.