Let it be

Muchos saben que no soy buena para las relaciones, pero eso no significa que no quiera estar en una, que no me quiera arriesgar a todos los sentimientos que eso conlleva. Como ese sentimiento de que cuando estas con él todo es perfecto, que nada puede salir mal, que van a estar juntos para siempre.

Tal vez no sea amor y sólo esté confundiendo las cosas, pero sea lo que sea, me gusta. Por esa simple sensación que recorre todo mi cuerpo al ver que me habló o que me mandó un mensaje, aunque sea un simple hola, no puedes evitar pensar: pensó en mi. Es increíble como tu humor puede variar mil veces dependiendo el camino por el cual vaya su conversación, de repente te habla medio seco y se te detiene el mundo y repasas mil veces lo dicho a ver si metiste la pata, y tal vez no pasó nada y él ni se dio cuenta de que te hablo medio seco, fuiste vos que te re maquinaste. Le celas por todo, hasta por la mínima conversación con una amiga, porque tenes miedo de que se te vaya, o de que se de cuenta de que no le pasa nada con vos y vos te quedes llorando por él.

Prometiste no engancharte, dijiste que no pasaba nada, que eran amigos y no había intenciones de nada más por parte de ninguno de los dos, pero mírate ahora, sonriendo cada vez que hablas con él. No sabes bien que es lo que pasa, no lo entiendes, si hasta hace poco llorabas por tu ex y veías la forma de volver con él. No te das cuenta que cuando tu ex no estuvo, él si estaba para hacer reír y subirte en ánimo. Cuando tu ex te decía lo que le pasaba con vos, no podías evitar sentir que te estaba recriminando, echándote la culpa de lo que había pasado, pero él nunca te criticó, te dijo como eran las cosas desde un principio. No quiere decir que ya lo hayas olvidado y ahora solo esté él, claro no. Quiere decir que no quieres seguir sufriendo por algo que no tiene vuelta atrás, y menos cuando hizo esas pendejeadas de borrarte de un día para el otro de la agenda, no hablarte más ni dejar que le lleguen tus mensajes. En esos momentos piensas que tal vez, puedas dejarte llevar por la corriente e ir a donde el viento te lleve, quizá sea con él, quizá no.

 Mientras tanto, solo puedes dejar que él aclare su mente, dejarlo ser.