junio 08, 2011

2 de mayo, 2011 !

Te levantas una mañana. Piensas que será una de tantas, un día cualquiera, que dentro de veinte años ni te acordarás de él. ¿Qué hiciste el 2 de mayo del año...? Y ni idea. Ni te importa.
Sin embargo, cada mañana tiene tres opciones. La buena, la mala y la normal. Piénsalo. La normal es la de siempre, la que acabo de mencionar. Te levantas, vas al instituto o al trabajo, pasa el día y... si te he visto no me acuerdo, Uno de tantos. La mala sería que al salir de casa te atropellara un coche y te mandara al otro barrio. Adiós para siempre. Se acabó. Ese día tú no lo ibas a recordar nunca porque estarías muerto, pero los que te conocieron sí. En cambio, la buena podría ser que nada más al salir de casa conocieras a la persona con la que, por ejemplo, vas a casarte y a pasar el resto de tu existencia. En tal caso, seguro que nunca ibas a olvidar ese día.
Así que hay días en la vida que son importantes.
Vaya si lo son.
Esos buenos, curiosos y extraños días que te recuerdan que la vida es maravillosa, incluidos sus absurdos, sus incongruencias, sus malos rollos y toda esa parafernalia con la que nos solemos comer el tarro.
Pero no nos damos cuenta de su real medida hasta que pasa el tiempo. Es el tiempo el que da dimensión a todo.
Sé que aquel día nos marcó, a los dos, por distintas razones. Sé que fue uno de esos momentos cruciales e inesperados. No le dimos mucha importancia entonces ni después. Pero hoy, comprendo que fue "el día". Pienso mucho en él.
Probablemente sucedió así.

1 comentario:

Bellfa dijo...

Me encantó tu blog:)
Te sigo! Un bessssso