Nunca creí que sería yo la que te dijera que no, la que rechazara tus propuestas, pero aquí estoy. Si hubieses dicho todo lo que dijiste hoy, hace unos meses, hubiese caído rendida a tus pies, perdonándote todo sin pensarlo dos veces, pero hoy no puedo. Lo siento, el tren ya partió hace tiempo y dicen que no volverá a esta estación. Sé todo lo que te duele, pero créeme que yo también pase por eso, lo aguanté y te di mil oportunidades con un dolor profundo dentro, creyendo en ti para que me vuelvas a derrotar. Ya dije que no más, que no me dejaría volver a pasar por arriba por ti, y no lo haré. Tal vez creíste que si me decías todas las cosas lindas que dijiste, dejaría todo y saldría corriendo a tus brazos, pero no fue así. Sabes que a pesar de todo, sigues siendo igual de importante para mi, más allá de que hace tiempo que saliste de mis sueños, y de que dejaste de ser la razón de mi llanto y de mi felicidad. Tú me enseñaste tantas cosas del amor y de la vida, que ya tendrías que saber que no volveré a ti. Tendrías que saber que tus palabras ahora entran y salen, porque hace un tiempo que decidí que ya no volvería a estar mal por ti, ni una vez más. Lo siento.
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