diciembre 27, 2012

Es deprimente irte a un balneario con la idea de matarte a playa y que en vez de haber días para solearse, haya un viento divino que cumple a la perfección la tarea de convertir tu pelo en una hermosa melena de león. Al pasar esto, una tiende a dormir la siesta, comer y/o escribir. Hace un ratito me mandé los últimos trozos de brownie para matar la ansiedad y luego intenté conciliar el sueño, cosa que no fue posible salvo para mi amiga. Decidí sentarme a escribir mientras mateaba un poco.
Me puse a pensar y resulta que en unos pocos días se nos termina el año, chau 2012. La verdad fue un año bastante complicado, lleno de altibajos por donde lo mires, del cual luego de una larga examinación se pueden rescatar pequeñas cosas positivas.
En este año tuve que aprender a aceptarme como soy, lograr quererme a mi misma, superar mis mayores temores y enfrentarme sola a cosas que nunca antes me había enfrentado. Fue un largo año pero a su vez se fue volando.
 Perdí a mis mejores amigas cuando más las necesitaba, perdí a mi novio cuando menos me lo esperaba, sentía que ya no quedaba nada más que perder. Me sentí olvidada, abandonada y muy sola, no creía que el dolor fuera a parar algún día, parecía ser que debería aprender a convivir con la soledad. Día a día me daba cuenta de como la gente se iba alejando de mi, haciéndome creer que yo era el problema, que era yo la que estaba mal, consiguiendo así hundirme aún más en la depresión que me encontraba. Perder a mis amigas de toda la vida dolió, dolió muchísimo. Ustedes dirán que no es para tanto, amigos te podes conseguir nuevos. Y sí, podes hacerlo pero la ausencia de una amistad construida a lo largo de los años, la ausencia de personas que ya considerabas parte de tu familia, duele. Duele aún más ver como no les importas, como con el tiempo dejaron de preocuparse por vos y tu salud, como se van haciendo nuevos amigos y tu pasas a formar parte de un segundo o tercer plano. Esto no sólo pasó con mis amigas, sino que también pasó con mi novio. Estuvimos juntos casi seis meses y luego de terminar (repentinamente) no hubo un día que me preguntara como estaba, si me hablaba era para contarme como le estaba yendo a él en su vida, nunca hablamos de mi. Ahí es cuando te das cuenta que no le importaste un sorete, aún después de estar juntos un montón de meses, no se preocupa por vos y eso te destruye.
Hoy en día las cosas cambiaron un poco, hay personas nuevas en mi vida, nuevas amigas, amigos y un nuevo amor. Después de todo, estás son las cosas que rescato de este año, una pequeña luz al final del túnel, un poco de esperanza luego de tanta oscuridad. Se termina un capítulo, pero otro nuevo comienza y promete ser mucho mejor que el que se está terminando. Con mucho gusto me despido de este año y digo honestamente, no te voy a extrañar. Bienvenido sea el año 2013.

No hay comentarios: