mayo 24, 2011

Curssssi.

En estos últimos años llegué a la conclusión que la culpable de que las relaciones no funcionen soy yo. Cuando era chica un día mi padre me dijo: "Cuando tengas un novio va a tener que ser paciente y quererte mucho" claro que yo no entendí en ese momento pero creo que era mi madre o alguno de mis hermanos que le dijo: "Claro, eso porque vos la mimas mucho". Y tiene razón, soy complicada de llevar. No es que sea de esas chicas que lo quieren todo, o quieren que todo sea perfecto, sólo que quiero las cosas bien, como me las daba mi padre. Él desde que soy chica me estuvo enseñando muchas cosas, entre todas ellas, a no conformarme con lo que sea, con lo primero que se cruze por mi camino. Puede sonar re de niña caprichosa, pero mi padre me consentía y me consiente muchísimo, más que eso, me hace saber su afecto hacia mi. No, no hablo de cosas materiales solamente, si no de un montón de cosas que no se consiguen con un billetito con algún numero por ahí. Cosas tan simples pero tan importantes como un "no te preocupes mi amor, ya vas a estar mejor", "dormi bien, te amo" o por ejemplo esos días que somos los únicos despiertos y hace frío, suelta su "¿hago un té y miramos una pélicula?". Esas cosas tan estúpidas para algunas personas son en parte lo que me conviertió en quien soy. Necesito que la persona con la que estoy me muestre que me quiere, no hablo de que luche contra fulanito, ni que me dedique una canción, solo eso, que me quiera y me diga esas cosas que para algunos son sólo cosas cursis. Creo que lo que pasa es que se asustan, deben pensar que soy una loca desesperada por estar con alguién que me engancho despues de un par de besos y palabras tan dulces como la miel, pero no es así. O de repente es que yo siento que algo está mal y antes que pueda hacer algo, todo se termina por decisión de la otra persona. Por eso, cuando te ví en el pasillo, cuando empezamos a hablar y a salir luego, sentí que podía funcionar, porque sos tan igual a mi, tan rómantico, tal como yo resulté ser. Pero a pesar de eso, yo terminé siendo más dependiente de lo normal, por ahí porque vos también sos como yo, tal vez porque di por sentado que ya era algo que estaba dicho, pero creo que me equivoqué y adelanté un poco las cosas. Sólo espero que esto pase rápido, que arregles tus cosas y yo las mías y podamos comenzar algo en donde pueda decirte las cosas cuando las piense, que nos volvamos a mandar esos mensajes cursis de buenas noches que me sacaban una sonrisa que hacía parecer que había sido un día lleno de luz, cuando en realidad el día sólo había sido gris. Me encantaría poder cumplir con todas las promesas que nos hicimos, todos los planes que dejamos pendientes en tan sólo dos semanas. Si no puedes, entenderé y seguiré mi camino luego de unas semanas de lágrimas. Pero realmente, espero que no sea así.

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