Un escalofrío recorrre tu cuerpo, una sensación enorme de impotencia y tu cabeza que te repite el momento una y otra vez sin cesar. No sabes de donde salió ese control inhumano para no desplomarte y quebrarte en llantos, simplemente allí estaba. Ya es muy tarde, te das cuenta que no importa el tiempo,que no importa la razón ni la conciencia, ya estabas entregada como nunca antes lo estuviste. Estabas confiada, segura de que las cosas secederían de otro modo, pero no, la vida siempre es incierta y te sorprende con la mayor incoherencia.

No sirve de nada echarle la culpa al otro, ni a uno mismo ya que aquí nadie es el culpable. Nadie tiene la culpa de que las cosas salieran de este modo, nadie. Podríamos tomar el camino fácil y llamarlo de mil maneras, decir que es un desgraciado sin propósito en esta vida, pero se cae de maduro que no es así. Siempre, por más complicado que sea, es mejor aceptar la verad y seguir adelante. Ser y dejar ser dicen, pues así será.

Y en tu mente recreas palabra por palabra, recuerdas que al instante que se dijeron adiós y comenzó a caminar, cerraste los ojos y las lágrimas por fin brotaron tranquilas, ya no había razones para ocultarlas por más tiempo. Te costó dos minutos levantarte y darle la orden a tu cuerpo para que se pusiera en marcha y comenzara a caminar camino a casa. Ya no importaba la gente mirando, ni el tarado que te grita desde la moto, sólo importaba llegar a destino sin desarmarse. En medio de tanto tumulto no te das cuenta que ya te pasaste por una cuadra de tu casa, así que decidis irte a otro lugar, para estar tranquila y descargarse. Despúes de una hora volves a tu casa y te pones a estudiar como si nada hubiese pasado.

Hoy te prometo no usar nuestros códigos ni ir al mismo lugar con alguien más, te prometo mantener la calma en silencio. Te prometo tomar este momento y guardarlo en un cajón bajo llave y luego tirar la misma para no tener que sentirme tentada a abrirlo y revolver cada charla, cada caricia que allí se encuentre. Te prometo que allí dentro estarán bien, que no se deteriorarán ni pasarán de moda. Te prometo que todo estará bien. Te prometo que estaré bien.